lunes, diciembre 06, 2010

Esos discos.


El otro día escribí en Twitter algo que me quedo dando vueltas por la cabeza. "Siempre vuelvo a los discos que me hicieron crecer". Casi como una declaración de principios, me alineo debajo de ese pensamiento. Es que es así, hay discos que te marcan, te hacen cosquillas en el alma, te revuelven las ideas, te hacen crecer. No creo que a todos les pase lo mismo, cada uno experimenta cosas diferentes al escuchar música.

Hoy vivimos una época en la que ya casi no se escuchan discos completos. Es verdad, hay quienes aun consumimos discos, que vamos a la rockeria y revolvemos anaqueles; pero también convivimos con esa inmensidad que es la Internet. Ese mundo en el que todo parece estar permitido (hoy los artistas le hacen un guiño a la descarga gratuita) y que nos nutre de una inmensa cantidad de música e información. Estamos en una época en la que prolifera lo espontáneo, el ahora, el instante y lo efímero. El hit, eso que te pega, dura un rato y después pasa al olvido para darle lugar a algo nuevo. Necesitamos consumir, vivimos en una sociedad altamente capitalista y consumidora. La música no esta exenta de esto y por tanto nos lleva a cambiar nuestros hábitos de consumo y comportamiento. Hoy se bajan miles de canciones por día, si no nos gusta simplemente las desechamos. Implementos como el Ipod y los reproductores de mp3 le dieron un gran impulso a esto en donde las listas de reproducción o la función shuffle son utilizadas en esta vorágine de música que nos envuelve. La verdad es que estamos tan sobre-informados que nos cuesta adquirir un estilo o identificarnos con algo. A ver, estoy de acuerdo con el uso de todas estas herramientas, yo las consumo, las uso y las elijo. Pero como siempre digo, se donde estoy parado.

Creo que siempre con las personas que suelo juntarme terminamos contando lo mismo; como antes (soy de la generación del cd) comprábamos un disco y lo gastábamos de tanto escucharlo. Es decir, más allá del cambio, el trueque o los préstamos no había otra forma de conseguir música que no fuera comprando un disco. Imaginate, yo siendo adolescente y con los 20 pesos que podía juntar iba y me compraba algún disco. Obviamente que te lo aprendías de memoria, desde el arte de tapa que ya era una experiencia a descubrir a cada arreglo y solo de las canciones. Eso si, si el cd no te terminaba de gustar, te lo tenias que comer igual porque no todos podíamos gastar toda la mensualidad en discos. En fin, eh pasado horas y horas sentado frente al equipo escuchando discos que hoy x hoy creo que son como mi formación musical.

Como empecé diciendo, cada tanto me agarra esa sensación de melancolía musical y vuelvo a escuchar con detenimiento y delicada dulzura esos discos que cuando los escuche por primera vez me dibujaron una sonrisa en el alma.

El sábado pasado, sentado en lo que denomine mi "Bunker (re)creativo" volví a re-descubrir Rubber Soul de los Beatles. No se si es el mejor disco de ellos, pero para mi fue el disco que me abrió las puertas a un montón de cosas que antes tenia escondidas. Ese disco fue y es como un mentor musical que me despierta emociones cada vez que lo escucho. Es tan hermoso y preciso que de principio a fin te conmueve y te arrastra por las mil texturas que tiene. Eso de hermoso solo puede pasar cuando uno se detiene y se toma el trabajo de escuchar un disco completo, de principio a fin, entendiendo la obra en su conjunto. A veces en esta vorágine que vivimos inmersos no nos damos cuenta y pasamos por alto estas cosas, sin darle la importancia al artista y a la obra como se merecen.

De esto extraigo mi segunda conclusión y es que la mejor manera de aprender a hacer música y generar buenas ideas es escuchando. Al fin y al cabo ahí esta todo. Es cuestión de incorporarla y reinterpretarla cada uno a su manera. Las notas son 7, todo lo demás es pura intuición y creatividad; y los discos son una gran fuente de riqueza.

Después pongo la lista de los discos que a mi especialmente me marcaron.

Los Saluda.

Pat.

1 comentario:

  1. Definitivamente la música tiene ese poder de tranportarte a otro lugar, tiempo y contexto. Pero la mejor parte es que todo el resto puede mutar excepto la sensación y sentimientos que te genero en aquel entonces.
    Los discos te marcan y hay pocas cosas tan lindas como volver a escucharlos y describir que siguen teniendo la magia que te atrapo en un principio

    Completamente identificada con el post!

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