viernes, octubre 26, 2012

Cambia, cuando te diste cuenta todo cambio, vos cambiaste, ella cambio, la cama cambio, los besos cambiaron, todo cambia y es inevitable porque así debe ser porque no podes permanecer ajeno a los vaivenes del tiempo, a los vericuetos del corazón  a los sentimientos que se descorchan en cada canción que nos remite a algo, a algo lejano y pasado, a algo que no esta, por eso cambiamos para afrontar la derrota, ser dignos y mirar al frente sin la vergüenza del despechado, del que no puede olvidar, del que perdió y no se atreve a mirar a los ojos del destino. 

Las cartas me lo dijeron pero yo no lo quise ver, porque los cuentos del destino no fueron echos para mi, soy visceral y enigmático  pero muestro la hilacha cada vez que me torean por eso es que me trompeo a menudo contra el espejismo de mis días mas fecundos y mis horas mas animales. Ahora frente al espejo estoy mas tranquilo, mas especulador y menos frontal, me gusta así, esperar agazapado el momento de actuar. Estoy en un buen momento. 


Ahora me cuido un poco mas, de los excesos, del porro, del vino y del amor que me provoca sensaciones descontroladas, porque así es amar, con fuerza y pasión  a todo o nada, aunque sea perderlo todo, pero todo por una causa mas que justa, no quiero caer en frases escuchadas, pero el amor lo mueve todo, y mas cuando llega tan profundo que te estremece y te libera y te vuelve un ser sexual y desenfrenado, ahí es donde somos únicos  sin estructuras ataduras ni mordazas. Que se caguen los gobiernos, la política y cualquier forma de poder, tienen que entender que sin ser realmente libres nada tiene sentido, nada. 


Los Saluda.
P.

jueves, octubre 25, 2012

No me voy a disculpar porque no me interesa hacerlo, mi ausencia de este blog fue por motivos que aun hoy intento converger en algún tipo de argumento que de por sentada mis ganas de afrontar lo que viene. En fin, la verdad es que me fui de vacaciones y radicalmente después de eso me hice cargo de un par de asuntos que me tienen ocupado al día de hoy. Casi que no pude leer ni una pagina de los casi tres libro que leo en simultaneo, ni hablar de ir al cine, mirar una película o escuchar un disco nuevo (sea cual sea). Pero vuelvo, como vuelve la primavera a mojarnos en este octubre lluvioso sobre Buenos Aires y nos pone inestables, febriles y poco atentos a los florecimientos del amor. Si pregunta, yo estoy bien...un poco tarado cuando no se me dan las cartas como yo quiero pero eso esta bien no siempre se puede caer en los caprichos de quien escribe, ahora soy marido, ahora tengo que dejarme querer y soñar con misteriosas señoras de escamas rubí. Perdón me distraje otra vez pensando en mí, tengo inquietudes de hombre moderno, capataz y dueño de su destino, ese que es gobernado por pasiones divergentes y cientos de lenguas filosas que claman por ser escuchadas. Del otro lado el amor, eso que todos buscamos aun sin quererlo y enloquecemos por encontrarlo. En fin... acá estoy de nuevo, igual que siempre, intentando romper con la estructura a la que nos sometemos cada día.

Los Saluda.


P.