El comunismo se nos metió en las venas. Somos revolucionarios de las palabras y pedimos por ellos cada vez que nos queremos hacer los valientes en la barra de un bar.
¡Cuba libre! Señores, estamos pidiendo por la liberación de Cuba. Somos bebedores y libertarios, apoyamos la causa y brindamos por ella. Hemos engañado al sistema, y empuñando una botella de Havana gritamos bien fuerte Ron con Coca, viva el "Cuba libre".
A la mañana siguiente cuando despierten las neuronas y se ponen en movimientos el efecto revolución no es tan agradable y las bombas te empiezan a cascotear la cabeza en una lucha interminable por sacar el 37.5% de alcohol que queda en sangre. No es nada, es la resaca que te acribilla la conciencia y te pone sedoso y estéril.
La próxima vez que se acercan a la barra de un bar levanten el puño, griten fuerte y háganse oír:
¡Cuba Libre!, con hielo y mucho ron si sos valiente, todo sea por la causa.
Los Saluda.
Pat.
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