En busca de....(II)

Maria se sentó en la primera silla que encontró libre, una mesita medio sombría detrás de una columna en el último rincón libre del bar.
-Esta mierda se puso de moda parece - disparo Maria mientras con sus ojos buscaba algún mozo que le diera pelota para saciar su sed.

En el ultimo tiempo Maria había estado viajando por gran parte del globo, primero se hizo la hippie en el norte, después cruzo fronteras y se fue a explorar el cielo Latinoamericano de la mano de un amigo Yankee que conoció de paso por Lima. No se porque se le ocurren esas cosas y me pregunto a donde quiere llegar con toda esa rebeldía de abandonar el hogar en cada oportunidad que tiene. Bueno, abandonar es una forma de decir, ya hace tiempo que no vive en un lugar fijo, cada tanto se engancha con algun loco que encuentra y terminan compartiendo el alquiler pero que en el fondo lo único que busca es un lugar para guardar sus plantas y que estén a salvo para la próxima cosecha.

-Cuando es que llegaste entonces?
-El lunes pasado... o fue el domingo... o.... Bueno no me acuerdo para ya estoy acá.
-Si supongo que si. Hasta cuando te vas a quedar esta vez?
-Ehhh, recién llego y ya me estas rajando otra vez, no se vamos a ver como viene la vuelta. Por ahora me estoy instalando.

La moza, una rubia de unos 25 años medio reventada trajo dos vasos grandes de cerveza. Maria lo levanto y propuso un brindis por el rencuentro, al fin y al cabo eso era. Tomamos un trago largo cada uno y Maria casi se lo termina de una. Parecía estar desesperada o muy sedienta, o por ahí era impresión mía y en realidad estaba igual que siempre solo que el que la veía diferente era yo.

-Y, como anda...
-Sebastian? pregunto Maria.
-Así se llamaba, si Sebastian, como esta?
-Bárbaro, y...

La pare antes de que termine la oración y le dije que no era necesario mencionarla. Ya fue, ya paso, historia pasada y a otra cosa. Maria no pareció muy convencida de mi afirmación pero por el momento no quiso indagar más en el tema. Tengo que admitir que tiene un gran olfato para esas situaciones, sabe cuando preguntar y cuando quedarse callada y mas de una vez pudo librarse con facilidad de situaciones incomodas. Tengo que admitirlo Maria es mucho más reflexiva que yo y eso la hace una persona sumamente interesante. Hay veces que no se que carajo esta pensando simplemente se queda callada sumergida en sus pensamientos y en eso encuentra paz, paz y serenidad. Yo no, tengo que explotar en palabras lo que pienso y siento, si no lo hago un nudo me empieza a atorar y siento que me voy a atragantar con mis propios pensamientos. Por eso es que por momentos me pongo tan verborragico, tan borracho y hablador.

-¿Que es esa pulsera? Es nueva, le dije.
-Representa la unión de cuerpo con el alma, es una tradición de las tribus Limeñas. Es algo así como el perfecto equilibrio, un estado de completa armonía. Representa una búsqueda de lo simple y lo esencial.
-Ahhhh, algo así como el Ying y yang,
-mmmmm, si pero sin tanto marketing detrás.
-Ha... nunca te escuche decir esa palabra.

La moza se acerco con otros dos vasos grandes de cerveza. Maria me pidió que la acompañara afuera a fumar. La vereda estaba todavía más concurrida que el interior del Bar. Desde que se implemento en Buenos Aires la política de no fumar en los lugares públicos, las calles se poblaron de fumadores y no fumadores adictos a la charla. Maria prendió un cigarrillo y me pregunto si yo no quería.

-No, deje de fumar hace casi un año ya.
-Mierda, que bueno che. Te felicito.
-Si supongo que esta bien, pero no es ningún logro.
-Y bueno cada uno hace lo que quiere, si vos te sentís bien así, adelante amigo.
-Si me siento bien...

Maria tiene una forma de decir las cosas para que nunca suenen mal. Su manera de hablar es un arte en si misma, sumamente reflexiva pero apasionada en sus comentarios. Siempre es emocionante hablar con ella, y sobre todo porque conoce exactamente cada puto pensamiento mío. Es como si la muy turra estuviese metida en mi cabeza. Supongo que después de tantos años de amistad las cosas son así, de todas maneras con Maria es diferente.

-Che loco, vamos a reventarnos hoy?
-Todavía seguís con eso, le dije.
-No solo cuando te veo a vos pelotudo.
-Y bueno entonces algo habrá que hacer...

Maria termino el cigarrillo mientras me contaba de una piba que conoció en el tiempo que estuvo de paso por México y trataba de encadenar historias que para mi no tenían el mas mínimo sentido. Así y todo era encantadora...

(Fragmento de En busca de...) por PatvonBorowski.