Melanco...

Las canciones fluyen como expresiones genuinas de un alma herida y pisoteada por los amigos del destino. Canalizamos el dolor y los cuadernos se llenan de palabras que entonan versos al amor, a la nostalgia, al recuerdo del frió y a los amigos que ya no están. Porque es verdad, ya no están, el tiempo se hizo presente marcándonos la diferencia de criterios que conformaban nuestra esencia. Loco, me dejaron en banda, a la deriva, solo como perro callejero, o como loco malo o como... si como yo, como si mis problemas fueron a salvarles las penas. Que ironía, el destino se volvió a mi favor.

Cada vez que me encuentro con alguien y veo en sus ojos ese fuego que se traduce en pasión, ahí me siento tan cómodo que las ganas de mandar todo al carajo son tan inmensas que repercute en mi cabeza dejándome una sensación de pánico y taquicardia. Hagamos canciones y volvamos a agitar los corazones, es una interesante manera de sentirse vivo y no volverse viejo antes de serlo. No me voy a quedar sentado en esta silla esperando, el tiempo me corre de atrás y no quiero que me saque mas ventaja de la que ya tiene. Puta vida, ¿quien te crees que sos para arrancarme mis sueños?

Lo dije, hoy me levante con un optimismo melanco que me pone alerta y ansioso.

Los Saluda.

Pat.