lunes, octubre 03, 2011

Agua, beldent y vodka.

Durante un tiempo prologando de mí hasta ahora corta pero intensa vida, experimente uno de esos momentos caóticos en los que tu cabeza se da vuelta y las ideas que tenias como tal se revuelven y de un momento a otro todo empieza a cambiar. Fue la época que estudiaba en la UBA, sociología para ser mas preciso. La cuestión fue que el entusiasmo se fue apagando a medida que pasaban los días, las clases ya se hacían aburridas y previsibles, los compañeros abandonaban su lugar y huían a otros lugares intentando cambiar su destino, otros simplemente se abocaban a cambiar al mundo militando en el PO o en el MST. En el otro lado estaban las "chicas", un grupo de poco probables amigas que no tenían nada en común una con otra, pero que al fin y al cabo habían congeniado en día y horario. Llegando al 3er año, la plaza houssey se puso mas virulenta que nunca, y frente a económicas paqueros, contadores, skaters, médicos, vendedores ambulantes, estudiantes y vagos se sentaban a dejar pasar las horas y ver el final del día. Como dije, las clases eran monótonas y aburridas y fue cuando empezo la época del fasito entre clase y clase, la birrita en el recreo y empezar a pensar que iba a hacer uno de cara al futuro, o simplemente sentarse a no pensar justamente en eso. Un par de semanas duro la aventura, pero al final la rutina termino por matar a la rutina. Un día me levante, y después de que ella no me llamara dije chau y mis sueño de la revolución estudiantil quedaron olvidados en algún rincón de mi memoria. Ese, puedo decir, fue uno de los grandes giros de mi vida, pero no fue el primero.

Al dejar la facultad uno encuentra una especie de satisfacción, vergüenza y frustración al mismo tiempo. Pero en ese momento fue oportuno haberlo echo, necesitaba tomar otro camino y probarme de otra manera. El problema surge cuando te encontras con el tiempo perdido en la habitación del fondo de tu casa pasando el tiempo entre vodka, Sartre, y una pila de canciones retumbándote en la cabeza. De pronto empecé a pensar que no me sentía a gusto conmigo, fue una transición entre vestir croto, usar morral y casi parecer una nenita. Me deje el pelo largo, pero no sucio y con rastas, sino lacio, planchado y de costado, los pantalones se empezaron a chupinar y las viejas zapatillas fueron convirtiéndose en zapatos mas ocasionales.


En ese entonces vivía en el cuarto de servicio de la casa de mis padres, un cuarto de 2x2 que la única ventaja que tenia era el baño agregado atrás. Rápidamente se convirtió en mi fortaleza, el bunker donde se gestaban todas las aventuras que mi cabeza disparaba. Una de las bondades a las que me sometí fue aprovisionarme de un buen stock de bebidas y porquerías para no tener la necesidad de sentir ansiedad. De pronto deje de comer, o mejor dicho cambie los hábitos, cambie los horarios y ya no deambulaba de día. Empecé a vivir a base de agua, beldents de menta y vodka. A la noche cuando había que salir terminábamos volteando un cajón entero de cerveza, eran las épocas del quiosco de cabildo. Mientras tanto ensaye un par de cursos ocasionales de escritura creativa, guión y producción musical. Llenaban un poco el vació momentáneo pero nada de eso era realmente importante. Estaba vació y vivo, pero matándome de a poco, buscando algo que todavía no sabia que era.


Fue cuando quisimos reinventar el rock, la estrella de rock de los 90´s ya no servia, había que volver a los viejos vicios y con eso sanar la música que tan maltrecha estaba. El sueño duro 5 años, 5 de los mejores años que vaya a recordar, y que por una puta idea orgullosa todo termino por irse a la mierda, como siempre pasa cuando las cosas no se hablan claro.


Es verdad, todavía pienso en cada bocado que doy, pero ya no me margina, convivo con eso naturalmente, es solo una idea que cada tanto vuelve a decirme que no se fue pero que me deja seguir adelante con mis cosas. Yo mientras cumplo el rol del oficinista, sentado frente a un pc esperando que las ideas revulsivas vuelvan a atacarme otra vez... o por lo menos que me digan hacia donde tengo que ir.


Los Saluda.


Pat.

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