sábado, octubre 29, 2011

Liberté.

Con el paso del los años cada vez duermo menos, supongo que es normal, que vamos desarrollando una modalidad de vida diurna que se ve acrecentada con la llegada de la vejez. Creo que todavía no estoy cerca de eso sin embargo no disfruto de las horas de sueño, me aterran, me dan ansiedad y me pone paranoico. No puedo conciliar el sueño sin volver a los trastornos de siempre, ideas circulares que vuelven cada vez que uno esta en calma. Desde muy joven siempre disfrute la mañana, como momento creativo y reflexivo, ahí donde podía percibir mis mejores ideas y captarlas en las mejores reseñas posibles.
La mañana creativa, el atardecer ansiolitico. Una taza de cafe, una tostada de pan integral con queso blanco y unas frutillas pulidas por la primavera. Elegir el disco para escuchar, ordenar las canciones del itunes, armar listas para posibles actividades ("viaje", "lectura", "creativo", "caminata", "referencia") tener el Moleskine al lado con todas las anotaciones que uno va transcribiendo durante el día, leer unos fragmentos de escritos anteriores, leer la novela que esta en curso, tomar un descanso para mirar el mundo por la venta, y volver a escribir las sensaciones. Cada uno tiene su manera, a mi me funciona la nostalgia por la noche perdida, roto, alborotado y nervioso.
Ahora me acompañan unos auriculares que vinieron de regalo del ultimo viaje de la señora por India, Paris, Londres y etc etc etc. Si es sábado, y no quisiera estar en ningún otro lugar que no sea frente a las ideas desbordantes que me produce la verborragia cada vez que destapo una botella. Me cuido pero tengo tropiezos, creo que es natural en alguien que tiene tendencia a la sobredimension de las cosas. No hay libertad, ni aunque lo diga la Presidenta, ni el señor nos de una señal, no existe nada de eso pero al menos tenemos el consuelo de haber inventado la escritura, es lo que mas nos acerca a una estúpida forma de percibir la libertad. No hay forma en que no crea que todo esto es un sometimiento, ¿a quien quiero convencer? Los militantes se abocan a sus ideas creyendo que ese es su destino; el destino de las masas cosa que me resulta poco convincente pero si admirable y todo con el poder de las palabras y el autoconvencimiento, y claro el capital porque no hay forma de que todo esto suceda si elimináramos la mercancia. Pero claro los movimientos sociales panfletarios podrían armar una gran revuelta con solo mencionarla, pues bueno, no es verdad porque no la hay.
Sigamos dandole bola al amor que escribe mejores historias.

Los Saluda.

Pat.

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