miércoles, marzo 09, 2011

Relatividad.

Todo consiste en hacer y deshacer, armar y desarmar, querer o no querer. Los puntos del destino se entrelazan para brindarme esta relativa calma, relativa y angustiosa serenidad de estar parado frente a una chusma irascible que reclama sedienta por mi sangre.

Ayer parado frente al espejo de mi departamento de casado tire unos pasos de baile y ensaye la fama de estar sobre el escenario otra vez. Pantalón oscuro, remera desgastada, chaleco y converse negras y la única finalidad de volver a sentir ese fuego interior. Pedí por el regreso pero no va a ser posible, no hay quórum ni vitalidad. Ya nadie quiere volver a asumir el riesgo de la desolación de aquel diciembre. Un poco cobarde fue dejar todo por una relativa estabilidad emocional. ¿Que hacer con todo esto que late adentro mió? Los ecos se convirtieron en voces y las voces en canciones. Estoy mirando a las estrellas tratando de perseguir un sueño que me fue arrebatado.

Cada mañana me despierto con las mismas ganas y la misma sensación de esplendor, todavía hay tiempo pero no hay que descuidar el cuerpo porque los años hacen añicos los sueños. Mierda, voy a cumplir 26 en Julio, no me dejen solo porque ahí es cuando empiezo a trastabillar y no quiero perderme otra vez.

Lo se, a partir de este feriado carnaval que paso ya nada será igual, dos meses por delante que van a modificar sustancialmente mi vida. Estoy ansioso pero comprometido con la causa. Gracias por acompañarme espero no defraudarte.

Nada es tan definitivo, es solo una cuestión de perspectivas.

Los Saluda.

Pat.

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