martes, marzo 15, 2011

Pienso...

No, no sos la reina del baile. Sos demasiado simple para eso. Te falta talento pero no en las piernas te falta saber escuchar y hablar con delicadeza y dulzura. Sos una señorita pero te comportas como un torero en busca de sangre pero al final corres por la puerta de atrás. Te salvan las payasadas que hacen tus secuaces, sos tan vulgar.

Viernes y Sábado por igual, en busca de la causa perdida del rock. Bueno, digámosle rock porque en realidad solíamos tocar en otra sintonía. La tradición es que un buen trago siempre afloja la lengua y trae a la memoria incontrolables imágenes que ponen la sensación a flor de piel. Me disparo y empiezo con la verborragia nocturna de querer arreglar todo, de nuevo. No te lo voy a negar, es una tarea complicada y nadie quiere arriesgar su comodidad.

Volver, pero con una nueva finalidad, ser lo que siempre quisimos ser. Aun no descubrí bien que es pero se que es lo que quiero.

El viernes la música me hizo estremecer al recordar la sensación de estar ahí. San Telmo siempre ayuda a encontrar esas ganas de querer patear al mundo y volverse un loquito que dejo todo por seguir su apetito musical. San Telmo tiene eso, el mítico "nuevo" lugar de encuentro para la banda donde en la barra se empiezan a formar las nuevas increíbles historias. Soy pura emoción pero me contengo de soñar alto. Escapo de los laberintos que yo mismo me propongo y salto a buscarlos, espero encontrar la reciprocidad del asunto. Estoy emocionado de volver a verlos. No se, suena muy crudo dicho así pero es la verdad. Con esto no se jode, y aparentemente nadie me acompaña en el sentimiento, espero encontrar algún aliado que comparta lo mismo, ese fuego que arde por dentro y te hace perseguir algo aunque parezca idiota y sin sentido.

Sábado, quemado, roto y de pocas palabras el día fue pura reflexión. Lo del viernes había sido real, había que poner en marcha el plan. No se, es difícil que te entiendan, las dudas vuelven con la luz del sol y todo se hace mas real. Que pena, necesito una señal.
La noche asoma en el balcón y dos conocidos extrañamente alejados se encuentran en silencio. Voy a afrontar la verdad, quiero volver. Siempre quise volver, siempre quiero volver. Te comparto el sentimiento, espero que lo puedas entender.
San Telmo nuevamente se puso pendenciero y me brindo en bandeja la posibilidad de arengar esa nostalgia. Las calles gritaban nuestro nombre, no fue una epifanía pero el deseo se hizo aun más real.

Lo que asoma es tan solo un deseo, a poco de comenzar este año ya tengo muchos planes en la cabeza. Bienvenido2011 (?)

Cambiemos, pero cambiemos para mejorar las cosas.

Los Saluda.

Pat.

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