martes, noviembre 30, 2010

Yo digo.


Todo lo que se, lo aprendí en la calle. Bueno, no en la calle literalmente, sino en lo que yo considero mi calle, mi formación personal, mis elecciones y decisiones.

A los 15 sabia que era diferente al resto de mis compañeros. Ellos luchaban por enamorar a su primera novia, yo saltaba de colectivo en colectivo para meterme en cuanto recital hubiera. Así pasaron noches maratónicas y endiabladas en Cemento (hoy es un estacionamiento), pogueadas y cantos en cualquier esquina de la ciudad, cigarrillos compartidos entre charlas y reflexiones, amores, amigos y desencantos.

Estos años me hicieron darme cuenta que uno no se puede aferrar a algo para siempre, como si eso acarreara la eternidad. Mis amigos bien lo saben, no todos hoy comparten lo mismo, pero si estoy agradecido de haber pasado por ese momento que alguna huella dejo en lo que hoy soy yo. Mi calle, mi formación, eso que me hace ser lo que soy; un ser fóbico y ansioso, artista pretencioso y orgulloso suicida. Si hablo de los fantasmas es porque los tengo adentro, esas voces que cada tanto me hablan y me arrastran, tratando de llevarse lo mejor de mí. Lo bueno es que lo se, lo tengo bien en claro, por eso cuando tengo todo bajo control puedo llegar a ser una gran persona, esa que explora cada beta artística y la explota al máximo para dar lo mejor de si; una hermosa canción, una declaración de amor, un poema a la nostalgia, un cuento al desencuentro...

Tengo una hermosa visión de las cosas y amo todo lo que pueda darme felicidad.
Soy feliz con un libro, una película, una canción a la mañana, caminando con el sol en la frente, con tus ojos al despertar, con un desayuno de a dos. Soy simple. Soy de Leo. Soy Orgulloso. Amo y Odio. Soy sobre todo un soñador.

Hoy me debo a mi mismo; por mí y por los que me rodean. ¿A donde vamos si no seguimos nuestro espíritu emprendedor? Si esto lo llegara a pensar diez años después seria un estupido por haber desaprovechado todo ese tiempo. Okei, tengo 25, soy joven o soy adulto? No se, la vida esta llena de bisectrices que son oportunidades. Lo pienso, lo se, lo quiero. Sentado acá se que me estoy engañando; extraña forma de ser orgulloso sin pelear. ¿A donde quedaron esos sueños?

La verdad es que Diciembre trae una tormenta de pensamientos que me ponen alerta. En Buenos Aires ya se empieza a sentir la Navidad y parece que la gente se pone de buen humor. Es el momento en que las calles se pueblan otra vez de niñatos y parejitas adolescentes que buscan arrumacarse en cada esquina libre que encuentren. Bienvenida las polleras y las carpas en los pantalones. Sean felices, después viene la castración.

Ultimo día del mes, la cabeza me late de porvenir.

Los Saluda.

Pat.

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