viernes, noviembre 26, 2010

Quemado.


Debería saber que las consecuencias cada vez son mayores. La verdad creo que el cuerpo de a poco va decayendo en su rendimiento y en su poder de resistencia. Okei, lo admito a veces me paso pero no me quejo.

La cuestión es que anoche como era de preverse terminamos juntándonos los 5 Prostis nuevamente. La ocasión era ideal, una noche de primavera que tenía pinta de verano, un recital, una banda amiga y las mismas historias de siempre. Todos, o por lo menos yo, sabíamos como iba a terminar esto. Un jueves a la noche tiene mucho para ofrecer y sobre todo cuando se sabe donde y como buscarlo. Palermo siempre es una hermosa locacion para desprenderse de la capa que nos cubre gran parte del día y abrirse a lo que la ciudad tenga para ofrecer, es decir Bienvenido al derrape. Pero claro, cierta gente tiene estilo para esto. Me parece que yo no, no funciono así. Un par de llamadas, mensajes misteriosos, insultos por lo bajo y a lo de siempre ¿Donde fue que deje el auto? Caminar 3 cuadras con 2 guitarras, un ampli en la mano y una pierna que tambalea es cosa de kamikaze. Así y todo el auto no aparecía. Evidentemente algo no estaba funcionando. Después una cenita, o algo parecido para amenizar el golpe etílico de la noche. Llamémosle "Picada Mexicana", bueno eso decía en la carta, no se bien que era pero había una variedad de ingredientes que todavía no descifre que eran. Un par de peleas por una mala atención, reclamos, una ronda de Pintas más y todos al "Fun". -Dale, yo te llevo! El tipo se las arregla para manejar en piloto automático, sacándole chispa a los autos estacionados a un costado de Niceto vega, Fitz Roy, Soler... Destino final (o casi final) Saavedra. Bueno hasta acá llegue. Es hora de volver al rancho, de alguna forma u otra hay que llegar. En otros momentos me hubiese prendido un cigarrillo, la ventana baja y una musiquita alentándome el regreso. Esta vez no había nicotina, pero de todas formas el brazo colgaba por la ventana tratando de escapar. Un par de vueltas y ahí quedo el auto. Un poco de agua, la botella al costado de la cama y hasta mañana.

Un par de horas mas tarde suena el despertador, claro hay que levantarse para ir a trabajar. El sueño termino y volvemos al mismo lugar, al lugar que nunca debiéramos estar. En fin, la cara delata que la noche me paso por encima y abuso de mí. No es tan malo, algunos van al psicologo, yo lo busco en cada esquina, en cada bar.

Por ahí mañana sea un día mas tranquilo, no lo se.

Los Saluda.

Pat.

1 comentario:

  1. Me gusta tu blog! :) no sé como lo encontré pero estuve leyendo un par de entradas y me agradó. Me encanta como escribís. Un beso grandeeee

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