miércoles, mayo 04, 2011

No quiero.

No quiero que seas feliz, o verte sonreír, o que bailes como loca en la pista de una disco. No porque no te lo merezcas, si no porque simplemente no lo quiero.
No quiero verte fumar y que te rías a carcajadas, o que te de escalofrió en los pies, o escuchar de tu boca conceptos que aprendiste ayer en un libro barato de filosofía. Corazón, no aprendiste nada del amor y de todas esas noches amanecidos juntos buscando lo que se nos perdió tiempo atrás. Recordar nos hace eternos, pero nos hace perversos en los deseos. No te confundas no es amor, solo estoy siendo cortés como buenos conocidos que somos (?). No dispares contra mi, me divierte ser desequilibrado y cada tanto volver a desorganizarme. Esa noche yo volví a caer, pero el vaso y la falopa pudieron más que todas tus ganas de acabar. Seamos sinceros, no te queda bien la pose del reventado, tu piel es demasiado blanca y yo estoy demasiado curtido, demasiadas veces volví a morir. No te desangres por mi, estoy intentando recomponerme, siempre lo hago aunque hoy este mareado. Que la vida nos encuentre separados es solo una circunstancia, soy un adicto recuperado. Te quiero, pero no te me acerques, así estamos bien.

El paisaje se agiganta desde la ventana de mi habitación, pareciera que todos están perdidos como yo.


Los Saluda.


Pat.

No hay comentarios:

Publicar un comentario