Merci.

Marzo debería ser el principio de todo, digo debería porque en mis expectativas no lo es, es mas bien una seguidilla de subidas, bajadas, subidas y bajadas, picos y descensos bastantes bruscos sin encontrar estabilidad en ningún plano posible. No es heroico es sobrevivir a la intensidad que elegimos, o tal vez no la elegimos pero si la llevamos adelante comandados por los arquetipos de algunos caprichos que nos pueden costar la sanidad espiritual, aunque de todas formas sabemos que deje de prestarle atención a los desbarajustes del alma el día que me dijo que no, ahora poco me importa aparentar ser normal, porque no hay normal ni standares, combato todo lo que sea módico y basico. Cuando subo estoy que vuelo, cuando caigo me desbarranco sin posibilidad alguna de frenar, solo el impacto disminuye cuando amortiguamos la caída con la fumata cotidiana, o la corrida que oxigena la sangre, lo demás es perdición en el sentido mas literal de la palabra. Perdidos, estamos perdidos pero en silencio encontramos algo que nos conmueve y perturba, nos hace antagónicos y espejos de nuestra fatalidad, no es que seamos incompatibles es que me cuesta asimilar el cambio, debería dormir un año para poder entender de que va la vigilia pero no logro descansar hace un siglo, es el karma de vivir intentando comprender nuestra propia psiquis, debería ahogarme un poco mas en el inframundo de ellas, solo por un rato para saber que se siente una vez mas, mientras tanto espero que venga el frío para recordarme como era la muerte.

Debería dejar de intentarlo, no vale la pena.

P.