No me voy a disculpar
porque no me interesa hacerlo, mi ausencia de este blog fue por motivos que aun
hoy intento converger en algún tipo de argumento que de por sentada mis ganas
de afrontar lo que viene. En fin, la verdad es que me fui de vacaciones y
radicalmente después de eso me hice cargo de un par de asuntos que me tienen
ocupado al día de hoy. Casi que no pude leer ni una pagina de los casi tres
libro que leo en simultaneo, ni hablar de ir al cine, mirar una película o
escuchar un disco nuevo (sea cual sea). Pero vuelvo, como vuelve la primavera a
mojarnos en este octubre lluvioso sobre Buenos Aires y nos pone inestables, febriles
y poco atentos a los florecimientos del amor. Si pregunta, yo estoy bien...un
poco tarado cuando no se me dan las cartas como yo quiero pero eso esta bien no
siempre se puede caer en los caprichos de quien escribe, ahora soy marido,
ahora tengo que dejarme querer y soñar con misteriosas señoras de escamas rubí.
Perdón me distraje otra vez pensando en mí, tengo inquietudes de hombre
moderno, capataz y dueño de su destino, ese que es gobernado por pasiones
divergentes y cientos de lenguas filosas que claman por ser escuchadas. Del
otro lado el amor, eso que todos buscamos aun sin quererlo y enloquecemos por
encontrarlo. En fin... acá estoy de nuevo, igual que siempre, intentando romper
con la estructura a la que nos sometemos cada día.
Los Saluda.
P.
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