Cambia, cuando te diste cuenta todo cambio, vos cambiaste, ella cambio, la cama cambio, los besos cambiaron, todo cambia y es inevitable porque así debe ser porque no podes permanecer ajeno a los vaivenes del tiempo, a los vericuetos del corazón a los sentimientos que se descorchan en cada canción que nos remite a algo, a algo lejano y pasado, a algo que no esta, por eso cambiamos para afrontar la derrota, ser dignos y mirar al frente sin la vergüenza del despechado, del que no puede olvidar, del que perdió y no se atreve a mirar a los ojos del destino.
Las cartas me lo dijeron pero yo no lo quise ver, porque los cuentos del destino no fueron echos para mi, soy visceral y enigmático pero muestro la hilacha cada vez que me torean por eso es que me trompeo a menudo contra el espejismo de mis días mas fecundos y mis horas mas animales. Ahora frente al espejo estoy mas tranquilo, mas especulador y menos frontal, me gusta así, esperar agazapado el momento de actuar. Estoy en un buen momento.
Ahora me cuido un poco mas, de los excesos, del porro, del vino y del amor que me provoca sensaciones descontroladas, porque así es amar, con fuerza y pasión a todo o nada, aunque sea perderlo todo, pero todo por una causa mas que justa, no quiero caer en frases escuchadas, pero el amor lo mueve todo, y mas cuando llega tan profundo que te estremece y te libera y te vuelve un ser sexual y desenfrenado, ahí es donde somos únicos sin estructuras ataduras ni mordazas. Que se caguen los gobiernos, la política y cualquier forma de poder, tienen que entender que sin ser realmente libres nada tiene sentido, nada.
Los Saluda.
P.
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