Abrigo y Piel.

Estamos bailando y ella se acerca para hacer tronar mis caderas, regatea y se mueve como un invertebrado  divagando en el océano, intento seguirle el ritmo pero es muy intenso para mis rodillas, rústicas y oxidadas de no haber sido excitadas desde hace tiempo. Se posa en mi buscando algo parecido al néctar, pero no, no puedo llegar a comprender lo que me dice y empieza a moverse salvaje, intentando llamar la atención con sus ampulosos gestos que invitan a arrojarse sobre ella, estoy inquieto, creo que estoy haciendo un papelón y no dejandome llevar como la situación lo pide, me acercan un trago, me quema la garganta y me da coraje, la doy vuelta y le clavo los colmillos al costado del lóbulo inferior, se retuerce pidiendo mas, un poco mas, la música suena fuerte, no entiendo lo que cantan pero suenan tambores y se enciente un ritual, todos bailan alrededor formando un circulo grande, muy grande, en el centro de la escena hay dos personas encadenadas a sus caderas, intento achinar los ojos para ver quienes son, no logro darme cuenta, me acerco un poco mas pero unas personas de traje oscuro me alejan de la escena, me llevan para atrás y me largan en un callejón, esta vacío y oscuro, no hay nadie; a lo lejos se aproxima una luz, brillante y luminosa, me acerco de a pasitos, sin apurarme, un poco por el miedo otro por la intoxicación que llevo dentro, estoy cerca, veo la luz, veo la calle, un auto me pasa por encima y quedo mirando el cielo de noche sin poder moverme, las piernas no me responden y siento sangre en la boca, me cuesta respirar y hace frío, mucho frío...