miércoles, junio 02, 2010

Retrospectiva .


Mayo tiene esa peculiaridad de ser un período de transición. De por si, es un mes que abre las puertas al invierno, los primeros fríos se hacen sentir, la temperatura baja y las mañanas (porteñas) se recrudecen. Los primeros abrigos salen a relucir, las bufandas y los gorros empiezan a poblar las calles, los “coffee to go” se convierten en la estrella de la temporada y entre esas cosas aparecen los primeros síntomas de nostalgia y tristeza: la melancolía.
Buenos Aires tiene la particularidad de pasar por alto estos sentimientos. El estilo de vida porteño, frenético y cargado de excesos, no da lugar para que la melancolía impulsada por la salida de la primera estrella logre inquietar más que algunos corazones y almas sensibles.

La tarde empieza a caer a eso de las 6 PM, hora en que la mayoría de los ciudavivientes intenta retornar a su hogar en busca de un poco de consuelo y alivio.
Los bares regalan su primer 2x1, intentando salvar a algún solitario corazón.
El día se hace noche y los artistas cambian de estación.
El vagabundeo toma posición y espera algún refugio que cobije su pesar.
Los amantes se funden en un abrazo interminable que les devuelva la pasión. Se enciende el fuego y el amor se hace sentir en cada penetración. Los amantes se hacen eternos en los recuerdos. El invierno les devuelve la complicidad que hace a sus corazones latir al unísono. Se elevan las copas y la música inunda la habitación. Es alegría, es amor. Los amantes nos devuelven la ilusión.

Buenos Aires; bastarda, sombría, caprichosa y egoísta, es el invierno que te llega desde lejos y te pone melancólica.

Los Saluda.

Pat.

2 comentarios:

  1. A mi también me gusto mucho.
    Además como estoy recientemente mudada al apartamento en Buenos Aires... no se, creo que estoy mas sensibilizada... y todo me llega más :)
    Gracias por compartir esto y saludos

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